Las aceitunas utilizadas para elaborar este aceite de oliva virgen extra bio se recogen durante la cosecha de noviembre y diciembre. Este es el momento en el que las aceitunas alcanzan su punto óptimo de maduración, aportando todas sus propiedades al aceite.
Estas aceitunas maduran en un entorno de 1.500 metros de altitud en los Montes de Granada, bajo condiciones de temperatura extremas que hacen que el sabor y el aroma de este aceite sean únicos. Además, proceden exclusivamente de olivares centenarios en los que no se han utilizado productos dañinos, respetando así el medio ambiente y el producto final.
Tras la recolección, las aceitunas se someten a un proceso de extracción en frío, en dos fases, tanto vertical como horizontal. Gracias a este procedimiento, se conservan todas las propiedades beneficiosas de las aceitunas, obteniendo un aceite de oliva virgen extra de gran calidad y ecológico.